Drunna

Drunna

jueves, 30 de julio de 2009

EL BAÑO

Entramos a la habitación del hotel, dispuestos a pasar una noche agradable. Sacamos el tequila y el agua de sabor en bajas calorías para mezclarlo con la bebida. Empezamos a beber y a desinhibirnos, busque en la televisión de la habitación un canal en donde pasan videos musicales, lo encuentro y dejo ahí la emisión.
Ella se pone comoda, se quita la ropa y se queda en ropa interior, un brassiere de encaje blanco y unos canzoncillos que se esconden por la parte de atrás, en medio de sus dos hermosas nalgas, se sienta en uno de los sillones que hay en la habitación y con una copa en la mano me pide que le baile.
En ese momento, en el canal de videos, pasan uno de Ricky Martin, quien por cierto, es el cantante favorito de ella, por lo que le comentó en ese momento que mientras él le canta yo le bailo, sonriendo ella en forma provocativa.
Empiezo a bailar, a mover mi cuerpo al compás de la música, me quito los zapatos, la camisa, los pantalones quedándome en calzones. Para ese momento ya llevábamos tres copas de tequila cada uno y dos cigarros. Al quitarme los calzones, mi bestia salio embravecida de su prisión. Pasándosela enfrente de su cara. Ella sin quitarle la vista ningún momento miraba a la bestia y se pasaba la lengua entre los labios, al mismo tiempo se metía una mano debajo de su trusa y con la otra detenía la copa.
En ese instante se terminó su copa, exigiéndome que le sirviera otra más, le tome el vaso, le serví el tequila más el agua de sabor bajo en calorias, metiendo mi bestia en la bebida para revolverla adecuadamente, lo que ocasionó un aumento en la exitación por parte de ella.
Al momento que le entregue la copa, ella continuaba sentada, me pare enfrente de ella, con una mano le sostenía la copa y con la otra a la bestia en su maximo esplendor. Ella, en ese momento, no sabía que tomar, si la copa en donde había metido a la bestia o la bestia, de la cual escurrían gotas de la bebida. Con una mano tomó la copa y con la otra a la bestia, la cual se la llevó a la boca, metiéndosela toda. Con la copa en la mano empezó a succionar a la bestia de una manera increible. Veía como entraba y salía mi miembro de sus labios y llegaba hasta el fondo de su boca, más allá de la campana.
Después de haber succionado por varias veces a la bestia, interrumpío la acción para meter nuevamente mi miembro en su copa, para mezclar mejor la bebida, dándole un profundo trago a la misma y nuevamente empezó a succionar a la bestia.
La levante, le quite lo poco de ropa que le quedaba, le quite la copa, la carge y la puse en la mesa de centro, oí su protesta, ya que ella estaba marcando el paso, le subí las piernas a mis hombros y con la bestia lista para empalar, la introduje en su abertura, la cual ya estaba deseosa de ser invadida, debido a su humedad y su hinchazón. Empecé a sacar y meter a la bestia con un movimiento lento de su seductor pozo. Mientras tanto ella me veía con odio y pasión, protestándo pero temblando al mismo tiempo. Le agarré la cabeza para forzar a sus labios que besarán los míos. En ese momento, su vagina empieza a palpitar, como si quisiera succionar o sacar a la bestia que la invadía, y después de eso la "petit mort".
Después del primer trance, la acosté sobre la cama, saque el aceite de sándalo y empecé a darle un masaje por todo su seductor cuerpo, bendito cuerpo. Empecé por los pies, entre sus dedos, sobre la planta, seguí por sus tobillos, continúando por sus pantorrillas. Llegue a sus muslos, en donde me detuve un poco para trabajarlos más. Seguí por sus nalgas y su abdomen, hermoso abdomen, el ombligo es la invitación al pecado. Seguí escalando por su espalda, apreciándo su cuerpo, erótica espalda. La voleto boca arriba y trabajo en sus sensuales pechos, dos pequeñas colinas. Sus dos pechos invitan a tocarlos, besarlos, acariciarlos, contemplarlos, con sus hermosos pezones rodeados por su aureolas.
Al terminar con sus pechos, ella estaba con la respiración entre cortada, continuando consu cuello, delicado cuello.
Al terminar el masaje, ella solicitó que me acostara boca arriba para proporcionarme un masaje, era mi turno, así que seguí sus instrucciones, y sentí como empezó con mis pies, piernas, siguiendo todo el cuerpo.
Cuando terminó el masaje, regreso a la bestia, la tomó entre sus manos y la empezó a acariciar, como a una pequeña mascota, poco a poco se iba despertando la bestia. Ella se acerco a la bestia para hablar con ella, besarla y pasar su lengua por toda la cabeza, metersela en la boca, volverla a besar y otra vez pasar la lengua por todo el cuerpo de la bestia. Al no aguantar más, la tome de la cabeza e hice que se la metiera toda en la boca, creciendo la bestia dentro de ella, llegando hasta la garganta. En ese momento la solte y ella procedió a empalarce por ella misma.
Se sentó arriba de la bestia, poco a poco iba penentrándola, hasta llegar al fondo, soltándo un suspiro y una maldición. Empezó a moverse lentamente, arriba y abajo, poco a poco, sintiéndo como la bestia abria el espacio, sus entrañas. De un momento a otro, aumentó el ritmo de sus movimientos, los cuales la llevaron a tener un orgásmo profundo, empapando a la bestia de sus líquidios. Antes de cambiar de posición, tomé sus piernas, las hice que se cruzaran sobre mi abdomen, tocándose las plantas de los pies consigo mismas, y como esta posición provoca que la bestia entre lo más profundo que pueda, le provocó otro profundo orgásmo.
La acosté boca arriba, puse sus piernas alrededor de mi cintura y la penetré sin miramientos, moviéndome rápido y fuerte. Su cuerpo brillaba por el aceite yse resbalaba de una manera exitante, teniéndo su siguiente orgásmo. Al terminar este episodio, decidímos tomarnos un baño, ya que nos encontrábamos llenos de aceite e ibamos a ensuciar la cama, en donde pasariamos la noche.
Al entrar a la regadera, con el agua caliente corriendo, escuchamos que en la habitación de a lado, se encontraban varios hombres, quienes tenían una pequeña fiesta entre ellos, lo que nos excitó más.
Al estarnos ballando, yo la estaba enjabonando la espalda, cuando comentó que sentía su exitante trasero lleno de aceite, por lo que me ofrecí lavárselo, aceptándo mi propuesta, por lo que llene de jabón a la bestia, la cual se encontraba a su máximo esplendor y se la introduje por la puerta de atrás, sorprendiéndola. Los quejidos de ella se mezclaron con los quejidos de los vecinos, que algunos de ellos, también se encontraban en su baño y la ventilación de ambos cuartos se conectaban al mismo cubo.
Entraba y salía de su puerta trasera, ella, sorprendida, volteaba a verme con la pregunta en sus ojos de ¿qué estaba haciendo? Mientras que su boca emitía quejidos. Continúe invadiéndola por atrás, ella se agarraba de las llaves de la regadera y de la jabonera y volteaba la cabeza al cielo. Yo seguía con la invasión, veía como la bestia entrabay salía de su ano. Ella se mordía una de sus manos para que no salieran sus quejidos y con la otra arañaba la pared. El agua de la regadera nos caía sobre los dos, los ruidos del baño vecino se confundían con los ruidos que emitíamos, hasta que en ese momento, sentí como su vagina y su ano empezaron a palpitar. Ella sentía que sus piernas se le doblaban, se mordía el labio inferior y se agarraba fuerte de las llaves de la regadera para así sostenerse. Al terminar con su orgásmo, se volteo a verme con una mirada tan profunda que solo una mujer que acaba de tener un orgásmo la puede dar, se saco a la bestia, se volteo me dio un produndo beso y nos dimos un amoroso abrazo. Nos terminamos de bañar, lavamos muy bien a la bestia y nos regresamos a la cama.
Ella agotada de la actividad de esa noche, al tocar su cabeza con la almohada, se quedó profundamente dormida, conuna hermosa cara con ojeras y una sonrisa de satisfacción, dejándome con ganas de seguir y con un dolor de testículos, lo que pude solucionar hasta el día siguiente.

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