Drunna

Drunna

viernes, 22 de abril de 2011

HERMOSAS

























































LA BESTIA

Cuando la bestia surge de la espesura, ella la espera palpitante, sumida en un éxatsis febril en el que sus sentidos se diluyen, escapan a su control y la sumen en una embriaguez somnolienta donde su conciencia se difumina. Béatrice ha visto dos ojos finos, de un tono amarillento, y la masa rojiz, hirsuta, cuyos músculos se desplazan en oleadas pausadas y sedosas.

La Bestia se encuentra a dos pasos. Olfeatea la orina, y luego las piernas y el sexo de Béatrice. Acerca su hocico húmedo a la entrepierna de la joven, donde el esperma de Eric ha formado una brillenate película esmaltada. Béatrice se siente bien. Tiene calor, se inclina ligeramente hacia un costado retorciendo el cuerpo, arqueando la espalda y ofreciendo con inocencia la piel suave de su grupa.

Entonces, la bestia se yergue. Se apoya en el cuerpo de la pequeña y frota contra él su sexo, que se revela turgente y cubierto de una piel ruda. Béatrice no tarda en sentir la gruesa piel del glande, que se abre camino entre sus muslos. La Bestia da potentes embestidas, y su dardo, del tamaño de un tronco, atraviesa los muslos de Béatrice.

La jóven deja escapar un grito sofocado. Siente el enorme cipote que resbala entre sus muslos apretados. La piel como el cuero, avanza y retrocede a lo largo del duro núcleo donde laten las venas de la bestia, tensas como cuerdas. La Bestia exhala su aliento en el cuerpo frágil, y ésta cruza los tobillos para estrechar mejor entre sus piernas el sable monumental.

A otro débil grito de la joven, la Bestia responde con un bufido; y a una torsión más fuerte de los tobillos con calcetines blancos, un borboteo de semen del salvaje salíca el piel del árbol, donde mañana bortarán en círculo mágico los pequeños hongos con sobrerillo de color nube.


(Bernad Norris "El Valiente Éxtasis").

jueves, 10 de febrero de 2011

Ligueros




























































































Una de las prendas femeninas más eróticas, es sin duda las medias y, especialmente el liguero: