Drunna

Drunna

miércoles, 20 de enero de 2010

La corrida


Se corrió al tercer lengüetazo y, en su delirio, levantaba las piernas al aire, hacía entrechocar los hermosos tacones de sus zapatos, alzaba el culo para facilitar a su lamedor el buen uso de la lengua, que asaeteaba el clítoris... Lo de entrechocar los tacones de los zapatos lo había heredado de su madre, a la que yo sólo jodía de día, tanto en el coño como en el culo o en la boca, para excitarme con aquello que mejor tenía: las piernas y los pies, y siempre le pdeía que entrechocara los tacone, porque aquella evocación del andar femenino me la ponía tiesa...


(Retif dela Bretonne: "La Antijustina")

No hay comentarios:

Publicar un comentario